martes, 26 de noviembre de 2013

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (I)

El pasado 22 de noviembre se cumplió el 50 aniversario del asesinato del presidente Kennedy en Dallas. Siendo éste uno de los grandes acontecimientos del siglo pasado, y dadas las excepcionales circunstancias en que se produjo, no es de extrañar que aún hoy siga despertando pasiones y opiniones encontradas. 




Sin embargo, un aspecto que, hasta ahora, había sido poco tratado en nuestro país, no así en los EEUU, es el de la reacción de los medios de comunicación en el momento de conocerse las primeras noticias del atentado. Así, hemos sabido que una de las grandes cadenas de TV, la CBS, interrumpió la programación de una Soap Opera titulada "As the World Turns" para emitir un boletín urgente.

Aquí tenéis la grabación de aquellos impresionantes momentos. En el minuto 10, se emite el primer boletín y, a continuación, un anuncio de Nescafé. La programación continúa y, poco después, la pantalla queda en negro. Algunos anuncios más y, de nuevo, la pantalla del boletín de noticias. No aparece el locutor, sólo su voz, como en la radio. Al parecer, no estaban preparados para emitir imagen en directo, algo impensable en la actualidad. 




Pero, más allá de esta trágica anécdota, llama la atención la denominación utilizada ahora, 50 años más tarde, cuando en los medios españoles se ha tratado este tema: Soap Opera. Podrían haber utilizado telenovela, serie de televisión... Pero no, lo han llamado Soap Opera, en su versión original.

¿Y qué es una Soap Opera

Pues el origen de esta denominación hay que buscarlo en la radio, cuando todavía no existía la televisión, que lo adoptaría más tarde. En España lo conocemos como Serial Radiofónico. El término "soap" (jabón en inglés) se debe a que los primeros seriales, allá por los años 30, estaban patrocinados en su mayoría por marcas de jabón

En esencia, una Soap Opera no tiene final. Las historias se van superponiendo y, poco antes de que una acabe, ya se han iniciado una o varias tramas que se desarrollaran en los sucesivos capítulos y vuelta a empezar. Hasta el infinito y más allá. El límite sólo lo marca la paciencia de los patrocinadores, cuando los índices de audiencia se van reduciendo para no volver a subir. 

Cuentan que la primera Soap Opera comenzó a emitirse allá por 1930, desde la WGN de Chicago, y permaneció nada menos que hasta 1943 en antena. Se titulaba "Painted Dreams" . Su creadora, Irna Philips, era una modesta guionista de plantilla de la emisora, cuando le encargaron producir un programa diario de 15 minutos de duración, que trataría sobre "una familia" y que se emitiría a una hora en la que las mujeres eran la audiencia mayoritaria. Así nació la primera Soap, donde Irna escribía los guiones e interpretaba algunos papeles. El éxito de "Painted Dreams" fue inmediato. He ahí la razón por la que los fabricantes de "soap" se interesaran rápidamente por estos seriales. Que no se me enfaden las feministas, simplemente estoy relatando los hechos.

Irna Philips no sólo fue la creadora de la primera Soap. Otras muchas vinieron después. Cuando, en 1937 comenzó la emisión de otro de sus seriales radiofónicos: "The Guiding Light", poco podía imaginar su autora que, quince años después, pasaría con éxito a la televisión. Ni podía figurarse que esta misma Soap incluso la sobreviviría  Irna murió en 1973—. Y que  dejaría de emitirse en 2009. En total ¡72 años en antena!, convirtiéndose en el programa más longevo de la Historia de la Radio-Televisión.   

Irna también fue la primera que dio el salto desde la radio a una cadena de TV importante, la NBC, con una Soap titulada "These Are My Children". En esta ocasión, la emisión duró escasamente un mes. Nadie es infalible.

Pero ¿a qué no adivináis quién fue la creadora de "As the World Turns", esa Soap de la que hablábamos al principio y que vio uno de sus capítulos interrumpidos por el asesinato de JFK? Pues sí, lo habéis adivinado: la mismísima Irna Philips

"As the World Turns" comenzó a emitirse en 1956 y desapareció de las pantallas en 2010, siendo la última gran Soap patrocinada por Procter and Gamble. Sólo de pensar en una persona que haya sido capaz de tragarse todos los capítulos de una de estas series, me entran escalofríos.

En cualquier caso, no es de extrañar que Irna sea reconocida como "The Queen of Soaps", La Reina de los Jabones. 

¿Y qué hay de nuestro país? ¿Acaso nos lavamos menos los españoles que los americanos? Nada de eso, que otra cosa no tendremos, pero a limpios no nos gana nadie.

Bien es verdad que Jabones Lagarto tiene menos enjundia que sus competidores del otro lado del charco, pero eso no desanimó a los creadores de seriales patrios.

Lo veremos en un próximo capítulo de esta serie.

(Aquí debería ir la publicidad, pero todavía no he encontrado anunciante)

Hasta pronto.



 

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